jueves, 8 de julio de 2010

Yo confieso que soy fan de ......




El amigo @gasolinero, me pasa el testigo de un "meme" en el que me pide que postee una entrada en la que confiese tres marcas de las cuales me considere fan. Parece ser que la iniciativa esta promovida por Marketing Take Away. Personalmente, considero que debe haber miles de twiteros mas capacitados que yo para publicar con el acierto que merece, un post interesante al respecto; no obstante, recojo el testigo y me pongo manos a la obra con la intención de cumplir con lo que supone estar inmerso plenamente en el apasionante mundo 2.0

Como es habitual en los "meme" (parece ser que son conversaciones que se transmiten entre blogs), transmitiré este mismo post a tres de mis followers para que den continuidad a esta iniciativa.

Así que ...... manos a la obra.

Yo confieso que soy fan de ......

La agencia de publicidad que creó el último anuncio de Renault; ese en el que se vé a un niño elucubrando sobre las marabillas de Renault financiación y su corta edad.






Estamos hablando de la agencia 'Publicis'; la misma que ha desarrollado las campañas de la bebida refrescante 'miXta'





Los motivos, para mi, son lo efectivo de un humor transgresor y efectista.






En segundo lugar, y debido fundamentalmente a mi pasión por el motor y la velocidad, mi marca de referencia, debería ser Ferrari o cualquier otra de las punteras en la venta de vehiculos deportivos de altisima gama. Sin embargo, mi referente es Bugatti; con su último canto a la exclusividad reflejado en su nuevo modelo 'Veiron'. Un capricho que sobrepasa largamente el millon y medio de euros y que con el que la gran mayoria de los mortales, solo podemos soñar; ya que eso, todavia es gratis.





Finalmente, espero no transgredir excesivamente las reglas de este "meme", si declaro que el marketing y los aspectos comerciales de las marcas son importantes y todos precisamos de iniciativas que impulsen y mejoren el consumo; pero hay otros aspectos que nos inquietan a algunos consumidores. Me refiero fundamentalmente a la limpieza de los medios en los que el marketing desarrolla sus campañas.

Por ello, me permito declararme firmemente seguidor; no de una marca, sino de un 'tag'. Un tag que perfectamente podría llegar a convertirse en marca, en señal de identidad de quienes no nos resignamos a tropezar con aspectos tan indeseables de las redes como la pederastia. Por ello, termino este post proclamando:

Yo confieso que soy fan de ...... #limpialared

sábado, 3 de julio de 2010

SANTIAGOWAY




El inusual calor era asfixiante en Santiago; o al menos, mi cuerpo sudoroso así lo percibía.

Estaba en la cola de la oficina del peregrino, en una calle que baja por el lateral de la magnifica Catedral y tras unos minutos aguardando la cola para obtener mi ansiada “Compostela”, por fin fui amablemente atendido, y al rellenar el pequeño cuestionario que se requiere para la entrega del preciado documento, comprendí cuales fueron los motivos que realmente me habían empujado a emprender esa peregrinación; en un apartado de dicho cuestionario se solicitaban los motivos que me habían impulsado a la realización del peregrinaje; ofreciendo tres opciones: “Motivos religiosos”, “Motivos espirituales” y “Otros”. No se me presentaron muchas dudas; marqué las tres cruces. Si, las tres; porque de uno u otro modo, las tres reflejaban una parte de los motivos que llevaron mi cuerpo hasta allí.
Soy católico, aunque no excesivamente practicante; no soy excesivamente místico, aunque si lo suficiente como para creer que a lo largo del camino una fuerza sobrenatural me atrapó; y todos tenemos “otros” motivos por los que entregarnos a una experiencia como la que relataré a continuación.

En la salida de este camino me acompañaron mis amigos Carlos, Mª Carmen, y mi compañera y esposa Carmen. Pero a mi llegada a Santiago, me acompañaban un montón de buenos amigos y un sinfín de recuerdos y momentos de una intensidad insuperable.
En principio, teníamos previsto salir desde Triacastela; pero una serie de imperativos de carácter profesional, limitaron la duración del camino a cinco días; con lo que iniciamos el camino en Sarria (a 114 Kms. de Santiago). Ya el domingo 20, después de estacionar el coche en Santiago, llegamos a dormir al albergue “Los blasones”; donde Tita, nos hospedó sensacionalmente y nos ayudó con la toma del contacto del Camino. A la mañana siguiente, a las 7 a.m., ya estábamos caminando; y a los pocos kilómetros, el camino ya nos había atrapado; la belleza del paisaje, la serenidad del entorno, la fauna y flora del camino, nos fueron rezagando del numeroso grupo que comenzó a caminar con nosotros. Pero si unos peregrinos nos dejaban atrás, otros nos alcanzaban, de modo que en ningún momento de esa primera etapa llegamos a caminar solos. Además, una de las grandezas del camino es que el caminar deprisa, no suele garantizar llegar primero, y en último extremo, tampoco se trata de llegar antes. Creo que la constancia en el ritmo y en el paso son mas que suficientes para llegar al destino en tiempo y forma. Y ¿Cuál es el destino?. En este primer Camino, nuestra parada estaba prevista (y reservada) en Portomarín; maravilloso lugar donde el pueblo se asoma a un embalse en el curso del Miño donde nos alojamos en el albergue “Ferramenteiro”.

Pero para posteriores peregrinaciones, creo que no reservaré mas albergues, ya que el destino no lo debe marcar una reserva, sino tus pies y tu capacidad de disfrute del propio “Camino”. Para entonces, ya me consideraba parte del Camino. Las preocupaciones habían quedado en Valencia y los pensamientos, comenzaban a fluir expontaneamente y sin atropellos en mi mente.

En la madrugada del segundo día, comenzamos a caminar aún de noche, Ya que el único inconveniente del día anterior fue el calor que pasamos a antes de llegar al albergue. A medida que el alba despuntaba, comprobamos como una fina neblina cubría los valles que la luz empezaba a descubrir. Las cuestas que nos separaban de Palas de rei, empezaron a trasladar el peso de nuestras mochilas a nuestras piernas y el caminar se fue haciendo menos fluido. Además, ese día, decidimos huir de las etapas predeterminadas en todas las guias del camino, y decidimos caminar caminar 5 kilómetros mas, hasta el albergue “Casa Domingo”, en Mexide (a 1 kilómetro del refugio de Casanova);
donde pudimos reponernos de nuestro agotamiento en un entorno idílico con un entorno natural y humano inigualable. Degustando una cena comunitaria entre los 18 peregrinos de cuatro nacionalidades allí alojados.

Las instalaciones, muy confortables, y el trato excelente de la familia que lo regenta. Hicieron que la etapa terminara plácidamente; y el merecido descanso fuese mas agradecido que en el resto de alojamientos de que disfrutamos en #Santiagoway.
A la mañana siguiente, salimos con destino a Arzua con las piernas doloridas, las primeras ampollas en los pies y un cargamento de ilusión y nuevos amigos que, si Dios quiere, perduraran mas allá del camino.

El inusual calor y algunos tramos mas áridos que los anteriores, deslucieron sensiblemente los 23 kilómetros que nos separaban del final de la etapa. Además, un asunto familiar grave, estuvo a punto de dar al traste con el camino de Charly y Mª Carmen. Finalmente, se impuso la lógica y la esperanza de que el camino aliviaría los dolores del alma, al tiempo que castigaba nuestras piernas. La etapa se alargó algo mas de la cuenta. Lo que nos dio de bruces con un sol de justicia que elevó la temperatura del ambiente al final de la etapa por encima de los 32 ºC; y eso nos castigó mas que el propio caminar. Terminamos en el Albergue “Don Quijote” donde Charly y yo mismo, requerimos de los servicios de un fisioterapeuta que nos ayudo a recuperar nuestros cansados músculos. En definitiva, jornada empañada por el calor y la tristeza pero así es el camino; y eso también engancha.

El descanso surtió el efecto necesario, y en previsión de una nueva jornada de intenso calor, decidimos partir con destino a Pedrouzo antes de amanecer. Con lo que cuando paramos a desayunar ya teníamos recorridos un tercio de los 20 kilómetros que nos separaban de Arca do Pino; donde conseguimos refugio en el albergue Edreira, un lugar encantador recién inaugurado con magníficas instalaciones aunque un poco retirado del núcleo urbano.

A todos nos sorprendió la fuerza del amanecer en el camino y todos coincidimos en señalar que no es solo el Camino, ni es solo la gente; sino que la magia del camino está en cada uno de los que lo recorren.

Y en esos minutos en los que la oscuridad pasa del negro al malva, te das cuenta de que no tienes nada que gestionar, de que tienes muy poco que pensar; solo tienes que fluir ….. SER Camino.

Finalmente, cuando llegas al punto de partida de la etapa siguiente, que no al destino, y dejas de caminar, es cuando te das cuenta de que el camino te atrapa. Todos descansan, te duelen las piernas, pero tu solo anhelas seguir adelante.

La ilusión por la inminente llegada a Santiago, se empaña por la nostalgia de los kilómetros dejados atrás y algún que otro achaque en los cuerpos de los peregrinos; al que no le duele una rodilla, le han salido tres ampollas, y al otro le duele un hombro, o las ingles. Pero nada de eso importa. El Apóstol aguarda nuestro abrazo y ya solo faltan 20 kilometros.

Algunos te hablan de la dureza de la subida a Monte de Gozo, de lo incomodo de interminables kilómetros sobre asfalto, etc. Y una vez mas se pone de manifiesto que hay tantos caminos como peregrinos; ya que, si bien Carmen lo pasó francamente mal, a mi me supo a poco.



La mirada perdida en el camino, esperando a una “interminable subida” que nunca llegaba. Solo después de estar en Monte do Gozo, comprendí que “el terrible ascenso” debía ser la empinada cuesta que habíamos salvado después de pasar junto a las pistas del aeropuerto de Lavacolla, poco después de superar el ecuador de la etapa.
El descenso castigó duramente mi maltrecha rodilla izquierda, lo que no fue obstáculo para que mi ilusión creciese a cada paso que me acercaba a lo que ya vislumbrábamos como Santiago de Compostela.

Tras cruzar el frio puente de la autopista comenzamos a seguir las conchas que indican que estas en el camino correcto a la Catedral.

Finalmente, llegó el momento; tras asomar mi cuerpo cansado por la plaza posterior de la Catedral y reponerme del calor de los abrazos, gritos, lágrimas y demás manifestaciones de un sinfín de peregrinos y amigos, me fundí en un emotivo abrazo con mi compañera, preguntándome si realmente ese había sido el propósito del camino.
Tal y como he descrito al principio, descubrí que no; que el propósito no era único. Que era un cúmulo de situaciones y sentimientos lo que me había empujado a caminar durante mas de 110 kilómetros con poco mas que lo puesto.

Finalmente, tras el alboroto que a todos nos supuso la obtención de la “Compostela”, nos dirigimos nuevamente a la puerta trasera de la Catedral para asistir a la “misa del peregrino”; donde nos recibió la escolanía de los niños cantores de Toledo.
Peregrinos rotos, exhaustos, sentados por el suelo, ocupaban la nave donde minutos mas tarde ondearía el Botafumeiro exhalando incienso para disimular el olor a sudor y camino que todos y cada uno de nosotros arrastrabamos
Sé que, si Dios quiere, este no será el último abrazo que le brinde al Apostol. Y también sé que la intensidad de la emoción será proporcional a la distancia que haya tenido que recorrerpara volver a abrazarlo.

Mientras tanto, me quedan los buenos recuerdos del camino recorrido y los amigos, nuevos y antiguos, que me han acompañado en esta primera toma de contacto con EL CAMINO DE SANTIAGO.