FRUSTRACION E IMPOTENCIA

FRUSTACION E IMPOTENCIA

Eso es lo que se siente cuando tienes algo previsto, planeado y abonado y de repente descubres que a alguien le importa un comino tu esfuerzo, tu ilusión o tu necesidad.

Todo empezó el día en que mi amigo Carlos, vendió un piso que tenía en Madrid, con la colaboración de unas gestiones realizadas por su cuñado José y yo mismo. En agradecimiento, Carlos decidió invitarnos a un viaje de 4 días en Paris.

Todo estaba preparado con detalle, incluso el “engaño” que en forma de sorpresa habíamos planeado para nuestras respectivas parejas; que llegaron a pensar que el vuelo a Paris era solo una escala de camino al aeropuerto de Santiago, debido al temporal que azotaba la península.

Facturamos y embarcamos con cierta normalidad. Y cuando el avión ya rodaba por la pista de despegue, exactamente a las 18:45 (5 minutos despues de la hora prevista), frenó bruscamente y el comandante anunció que había recibido la orden repentina de abortar la maniobra y regresar al parking de la terminal, donde recibiríamos mas explicaciones. Antes de desembarcar, el mismo comandante, anunció lo inverosimil de una situación que el jamás habría imaginado; al tiempo que, en nombre de la compañía Vueling, pedía las disculpas oportunas. Y nos comunicaba el cierre del espacio aéreo nacional debido a una “repentina” huelga de controladores.

Ya en la terminal, el caos se apoderó de aeropuerto y los nervios de los frustrados pasajeros comenzaron a provocar las consiguientes peleas y discusiones en las colas de las oficinas de las compañías aéreas y las de reclamación de Aena. Inmediatamente, aparecieron en la terminal de Manises 9 furgones de Policia Nacional y se desplegaron efectivos por toda la terminal, al tiempo que empezaron a llegar multitud de médios de comunicación, cuyos reporteros (además de las llamadas a familiares y amigos) constituyeron la única fuente de información sobre lo que estaba sucediendo en las torres de control y en las salas de negociacón entre gobierno y sindicato de controladores.

Supongo que el resto de la historia es similar a la de otras huelgas promovidas por los mismos protagonistas, con la única diferencia de que en otras ocasiones se conocían las intenciones del colectivo de profesionales mejor pagado de nuestra sociedad. Solo me queda preguntarme, si realmente en esta ocasión no se conocían por parte de alguno de los órganos de gobierno competentes.

Es evidente que el gobierno no parece ser el culpable de una situación tan dramatica que en una hora deja a 600.000 personas en tierra. Pero ¿hasta que punto era conocedor de la previsibles intenciones de un colectivo que tras el anuncio de la precipitada privatización de Aena ve peligrar sus privilegios?. Estoy convencido de que si el gobierno no se sintiera, cuanto menos responsable , no habría tardado menos de 5 horas en colocar militares al frente de las torres de control. Y no dejo de pensar que su sentido de la responsabilidad, esta mas encaminado al conocimiento previo de una situación evitable a la que no habían dado crédito que a su preocupación por el bienestar de los viajero. Aún así, son muchas todavía las explicaciones que ejecutivo debe dar a los ciudadanos. No olvidemos que e l cierre del espacio aéreo de un Estado, es uno de los episodios mas graves que un Gobierno democrático debe afrontar.

Ahora llega el tiempo de las reclamciones, las indemnizaciones, y al final el análisis económico de lo que nos va a costar a TODOS los españoles, directamente afectados o no, la fiesta que unos privilegiados decidieron correrse el pasado viernes.