MOVIMIENTOS ALTERNATIVOS

Vaya por delante mi mas profundo respeto por todas aquellas formas pacíficas de expresión; y muy especialmente por la de todos los medios de comunicación. Y mi reconocimiento de que nos encontramos dentro de un sistema que no funciona; al menos, no como debería.
Una vez dicho esto, quisiera exponer mi parecer sobre lo que se ha dado en llamar el movimiento #democraciarealya.
Hasta hace unos días, todos teníamos a nuestro alcance la herramienta democrática mas poderosa para exigir a los políticos los cambios de rumbo que consideremos oportunos. Hasta hace unos días, esa herramienta, se llamaba “abstención” ; y a lo largo de nuestra historia democrática, ya hemos vivido episodios críticos con el funcionamiento del Estado. Y campañas promotoras tanto de abstención como de “voto útil”.
Desde un principio, he mirado con cierto escepticismo el movimiento que hace unos meses comenzó a gestarse en las redes; aún así, he llegado a implicarme a través del apoyo a algún causes en FB. Pero hoy, siguiendo el desarrollo de los acontecimientos y viendo como se atribuyen algunos (incluso algunos “guruses” de twitter) la paternidad del movimiento, mi escepticismo se va convirtiendo en desconcierto.





Vamos a ver:


1. ¿Por qué estalla el movimiento en unos comicios donde lo que se juzga, no es la situación del Estado ni de las instituciones, sino de nuestros ayuntamientos y comunidades?

2. ¿Es que la abstención no es la herramienta, de que todos disponemos ya, para pedir cambios de rumbo?

3. Si hace tres años, casi todo el mundo era consciente de la que se nos venía encima (con las honrosas excepciones de quienes nos gobiernan hoy en día) ¿Por qué esperar al último momento para poner en funcionamiento los mecanismos de una “revolución”?, como se le ha dado en llamar ahora.

4. Si el manifiesto de reivindicaciones se resume de una forma tan concreta como esta:

¿Por qué ninguno de los portavoces de las distintas plataformas que componen el movimiento lo ha expresado con claridad diáfana en cualquiera de las oportunidades que los medios les han brindado? Recordemos que algunos partidos, sí recogen esos tres puntos en sus programas.

5. Si el primer interesado en no extrapolar el resultado de estos comicios a unas elecciones generales, es el partido en el gobierno de la Nación, ¿Por qué parece complacerse del éxito que la convocatoria parece tener?

Todas estas dudas, me llevan a pensar que la desorganización motivada por la precipitación y la falta de criterio organizativo, conducirá al movimiento a un fracaso que, tal vez, no merezca. Auspiciado también, por la irrupción en escena de los grupos “antisitema”, que devalúan de forma clara la esencia de la reivindicación.

Personalmente, más allá de las consideraciones sobre posibles movimientos maquiavélicos dirigidos a reventar, una vez más, una jornada de reflexión en la que cada uno decida, no solo a quién votar, sino a quien no votar; me dispondré a reflexionar sobre las posibilidades que tiene quien consiga mi voto (si es que alguien lo consigue), de cambiar la situación. Es evidente que la situación de este país, raya con lo insostenible. Y es comprensible el hartazgo de muchos; pero creo que lo prioritario es estabilizar la situación, y después sí. Después podremos plantearnos sin agobios la necesaria regeneración del modelo de Estado y de las instituciones.